Antes que la web 2.0 cambiase nuestro mundo, era difícil obtener la suficiente notoriedad personal como para destacar. No existían los blogs, ni Twitter ni las redes como LinkedIn, por lo que la única alternativa era anunciarse en la prensa local o económica. Con mucha suerte, uno podía quizás organizar un encuentro profesional y llegar a cinco a diez personas a la vez.
La Web 2.0 amplifica la forma en que nos movemos en la red, las primeras impresiones y la visibilidad personal y la auto-promoción. El personal branding utiliza esta valiosa herramienta no sólo para promocionarnos, si no también para que nuestro nombre se asocie automáticamente a un concepto o rutina.
Si antes el poder era de las empresas, la nueva era es la del personal branding. Inicialmos desde este blog de Lateral Consulting un nuevo capítulo de posts que girarán alrededor de esta disciplina.